martes, 22 de agosto de 2017

Llévate a la mujer que amo.


Llévate a la mujer que amo. Enamora a la mujer que amo. No te culpo, no me enojo. Te advierto. No me interpongo, pero no es cosa sencilla y amerita más de ti que un simple, flojo y ebrio intento.

Es verdad, es fácil amar a esa mujer. Conozco la terrible debilidad que hace sentir. Se doblan las rodillas, tiemblan los dedos, baila el estómago, vibra la boca, expande los ojos, ilumina el alma, desarticula el sentido, ilumina locura, oscurece pretexto, amanece sonrisa, estalla caricia, dispara destello, munición, fuego, aire, bomba, oruga, seda, genital fuego, semilla celeste, radiación rosa, beso amapola.

Intenta conquistar su amor, procura que su querer apunte a tu pecho, apriete el gatillo y detone en tu alma. No te culpo, te aliento, intenta. Si ella decide orientar su amor en tu dirección; te querré a su vez.

Pon mucha atención. No todos son capaces de soportar el amor de una mujer. Sus pasiones vuelven loco, sus caricias cortan piel débil y sus palabras derrumban dientes; cuando no, abren el pecho y mastican corazones. Más vale que seas un hijo de puta tan duro como la piedra, tan constante como el agua sobre la roca.

Pon atención bebé. Mas te vale que seas el cabrón más recio, duro, fuerte y valiente. Un pirata con la piel curtida en sal, el diablo cicatrizado en fuego, fuerza inexorable; porque su amor es plasma solar, su amor es radioactivo, sus ideas huracanes infernales. La potencia, de la mujer que amo atemoriza dioses y demonios. Más te vale que seas el tipo más duro del universo.

Más te vale que la procures a cuentagotas; se puede aburrir de tu horrendo rostro. Más te vale niño, que le escribas poesía a diario, poesía que la excite; que le escribas más poesía de lo que yo. Más vale tus labios la besen con pasión suficiente para engañar a la muerte, apagar la silla eléctrica con la lengua, detener el tiempo con la imaginación; y que lo logres en cada ocasión. Más te vale que cuando le hagas el amor pongas toda tu conciencia, tu vida, tu atención. Más te vale que cuando la toques, tus dedos tengan la delicadeza justa para rozar su alma y la fuerza necesaria para matar dioses a pellizcos.

Si no puedes con nada de lo anterior, anda a tu casa. Ve a dormir antes de que tu locura se convierta en suicidio. No te hagas daño. Corre antes de que el amor de una mujer te deje sin ojos, manos, oídos, pecho, pene y piernas.

Si a pesar de todo decides intentarlo y fracasas. Si no logras llenar los vacíos de su alma, soportar sus pasiones, comprender lo irracional de sus pensamientos, desenmarañar su profundidad y aguantar las penumbras de su imaginación. Si fracasas y ella es indulgente con tu vida. Corre, corre, corre y muere antes de que yo te encuentre.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.